Evasión del Proceso

1. Cómo “conoce” tu cuerpo

La capacidad de tu cuerpo para conocer y estar en contacto con los sentimientos puede ser comparada con un témpano flotando en el mar. Sólo una porción muy pequeña del témpano está visible sobre el nivel del agua. La masa de hielo más grande yace escondida debajo de la superficie.

Generalmente sólo la parte superficial del conocimiento de tu cuerpo está disponible para tu conciencia y puede ser comparada con los sentimientos, emociones y sensaciones físicas cotidianas.

Pero existe otro tipo de conocimiento que todo el tiempo se mueve en tu cuerpo debajo de la superficie de tu pensamiento y experiencia emocional.

Sabes cuando estás enojado (a), solo (a) o excitado (a). Sabes cuando sientes escalofríos que te suben y bajan por la columna, el llanto, latidos rápidos del corazón, o gozo y risa. Estos están en tu conciencia y si lo eliges, puedes pensarlos o analizarlos.

Este conocimiento es más vago y opaco. Aquí el ojo de tu mente no puede penetrar fácilmente para comprender, conceptuar, analizar u organizar. Tu cuerpo expresa un significado que puedes “sentir”, aún antes de que puedas formar nada en tu mente o articular palabra alguna. Eugene Gendlin llama a tal significado sentido una “sensación sentida”. Tiene que ver con cómo estás conectado de una manera corporal en la vida.

Desarrollar el hábito de notar y nutrir tus sentimientos importantes tiene que ver con aprender a “entrar en y a través” de tus sentimientos superficiales, de tal manera que te permita encontrar la sensación sentida que les subyace. Es aprender a contactar con el significado en tu cuerpo que no es pensado en tu mente.

¿Porqué es esto importante? Porque la mayoría de nosotros siempre está viendo hacia “afuera” para encontrar respuestas a los problemas, rara vez comprendiendo que nuestros cuerpos ya tienen respuestas si tan sólo nos tomáramos un poco de tiempo para ver y escuchar “dentro”. El Dr. Gendlin hace notar que tu mente busca la “solución” a un problema mientras que tu cuerpo busca una “resolución” a cómo lleva el problema.

Le damos la bienvenida a los sentimientos “buenos” y alejamos los “malos” sin darnos cuenta que los sentimientos difíciles ofrecen puertas para encontrar las respuestas tanto como nuestros sentimientos “buenos”. Con demasiada frecuencia nos detenemos con el sentimiento y no conectamos con la sensación sentida que le subyace. La posibilidad para el cambio y crecimiento no está en las reacciones emocionales, sino en la sensación corporal de conexión y significado dentro de una relación o situación. Tus sentimientos difíciles tienen tanto que contarte como los más cómodos.

2. “La evasión de procesos” en torno a los sentimientos difíciles.

Muchas Personas se sienten incómodas con los sentimientos difíciles. ¡no les gustan! A algunos les disgustan tanto que tan pronto sienten el primer indicio de una emoción difícil o incómoda, es como si escucharan detonar la pistola al inicio de una carrera. Sin siquiera pensarlo, inmediatamente salen corriendo, tratando de anestesiar, evitar o escapar de lo que sienten surgir en su interior.

De esto se trata la evasión de proceso. Es el modo en el que salimos volando, huimos y tratamos de controlar los sentimientos incómodos que en realidad son nuestra mejor puerta hacia nuestras sensaciones sentidas. Esta difícil experiencia es precisamente en donde está el potencial para el crecimiento interior y donde nos espera el cambio para sorprendernos.

La evasión de Proceso es un hábito psicológico repetitivo que siempre está en piloto automático. Te anestesias o distraes de un sentimiento que no te gusta, alejándote de la puerta que te permite acceder a la sensación sentida y a la posibilidad de algún cambio en cómo tu cuerpo debe llevar un asunto difícil.

La mayoría de las personas no hace esto deliberadamente. Todos caemos en la evasión de proceso, generalmente imitando a los demás; por ejemplo, a nuestros padres.

¿Cómo “lidiaban” tus papás con los sentimientos difíciles?

Aprenderás mucho de ti mismo respondiendo a esta sencilla pregunta.

Detente un momento y pregúntate:

¿Puedo identificar algunas de mis reacciones para evadir procesos?

¿Cómo es exactamente que yo evito, anestesio, o huyo de mis sentimientos difíciles?

Deja un momento de silencio para sentir cualquier respuesta interior que pueda surgir para responder a estas preguntas.

La mayoría de las personas piensan que los sentimientos difíciles son causados por alguna situación externa que les molesta –una persona amenazante, una situación embarazosa, un dilema insoluble-. Pero eso es sólo parte del cuadro.

La otra parte es que ¡una pieza importante del sentimiento difícil es sólo acerca de ti! Es acerca de cómo TU cargas internamente esta circunstancia o situación externa de amenaza. Con frecuencia no puedes cambiar estos sucesos externos. Están fuera de tu control. Pero puedes aprender a estar en contacto con la parte de ti que está obligada a llevar los efectos de esa circunstancia externa y los sentimientos que genera.

Hay una historia, un significado muy personal, que espera a ser descubierto y expresado dentro de tu sentimiento difícil. Para la mayoría de la gente, una emoción dolorosa repetitiva es tan difícil de tolerar que convierte al mensajero en un enemigo. Salta al sentimiento y se lanza a una actividad que distraiga su atención de la emoción difícil que está sintiendo en su cuerpo.

Cada uno de nosotros nos acercamos a nuestros sentimientos no procesado y acceder a nuestra sensación sentida, y ya en el umbral, de pronto nos sumergimos en alguna actividad que nos distrae o nos anestesia y parece hacer que desaparezca el problema, cuando menos por el momento. Sin embargo, ¡tu cuerpo tiene una memoria tenaz! Lo que se queda inconcluso y necesitado de procesar, continuará haciéndote saber que necesitas escucharlo.

Es ilustrador escuchar a los niños de primaria describir como “lidian” con sus sentimientos difíciles. Las estrategias evasoras de proceso son alarmantes e infinitas. ¡Uno se pregunta de quién lo aprendieron! “Yo me voy de compras”. “Yo escucho música”. “Yo corro”, “Yo me voy al centro comercial con mis amigos”, “yo hablo por teléfono”, “yo hago deporte”, “yo veo televisión”, ¡Yo me ocupo y HAGO ALGO!

Existe un camino interior para superar la evasión de proceso, pero tienes que apoyarte en tu cuerpo para que te enseñe cómo encontrarlo. No puedes PENSAR por dónde está el camino para resolver tus sentimientos difíciles.

3. Una historia sobre la evasión de proceso

Accesa al boton de historia del proceso para que leas que contiene una historia de evasión de proceso y que te da un ejemplo claro para ilustrar lo que acabas de leer.

4. Cinco preguntas que te ayudan a evaluar la salud psicológica de las prácticas “espirituales” y de “crecimiento”

Accesa al boton de cinco preguntas que contiene preguntas y ejemplos que ilustran modos evasores de proceso que fácilmente son utilizados en muchas prácticas “espirituales” y de “crecimiento”.

5. Conclusión

Hasta que llegas a un punto en tu evasión de proceso en el que te cansas de cargar a tu cuerpo con el sempiterno esfuerzo de “lidiar” con tus sentimientos difíciles, estarás listo para probar algo totalmente diferente.

Es aprender a estar con tus sentimientos de una manera más abierta, amorosa y corporalmente aceptante, tensión cuando caminas bajo la lluvia.

Esto te conduce a un camino de aprendizaje interior del maravilloso recurso interno que te permite estar con tus sentimientos difíciles.

Es descubrir a tu propio “Maestro del Afecto”.