¿Alguna vez has experimentado la sensación molesta de haber olvidado algo? Revisando tu lista, tratas de pensar qué podría ser. Pero nada surge.
Finalmente, te das por vencido. “que sea lo que sea”, te dices a ti mismo. Poco después, cuando finalmente has dejado de intentar resolverlo con tu cabeza, de repente la conexión salta a tu conciencia. “¡El cargador de mi celular!
¿Qué es lo que pasa en nuestro interior cuando las palabras adecuadas se conectan con esa vaga incomodidad sentida en nuestro cuerpo? Hay una clase de cambio interior, ¿no es así? Esa tensión interior se relaja. Ahora sabes qué hacer, dónde ir, cómo actuar.
Ayuda darte cuenta que el significado no es sólo pensado en tu mente. También es “sentido” en tu cuerpo. Además de significados que podemos pensar, también hay significados corporalmente sentidos. Eugene Gendlin los llama “sensaciones sentidas” porque se sienten en el cuerpo y se sienten, no como los cinco sentidos, sino más como “me hace sentido”, donde la palabra “sentido” es más una palabra con un significado determinado, que una experiencia puramente sensorial.
Una sensación sentida es como una corriente más profunda moviéndose debajo de la superficie de nuestro vivir ocupado, agitado, a veces disperso y distraído. Como las aguas de un arroyo, estas corrientes fluyen en, a través, y alrededor de todas las historias inconclusas que carga nuestro cuerpo.