Una pareja durante su terapia recibió el consejo de sentarse juntos e identificar todos los sentimientos que existían entre ellos en su relación. Al final del ejercicio se encontraron viéndose uno al otro con una enorme pila de emociones de por medio, en su mayoría negativas y preguntándose ¿Ahora qué hacemos?Sólo porque estás conciente de que estás enojado, no significa que tu enojo va a cambiar. La dirección hacia el cambio siempre es "hacia y a través" de los sentimientos negativos, no huyendo de ellos.
A muchas personas enojadas no les gusta estar así y tratan de cambiar cultivando sentimientos más positivos que reemplacen su enojo. Por ejemplo, se esfuerzan por alcanzar el "ideal opuesto" -ser compasivo-. Sin embargo, aún cuando la acción basada en ideales parezca satisfactoria anticipadamente, generalmente es insatisfactoria ya en la practica. El enojo nunca es procesado, solo revestido con una delgada chapa de respetabilidad. L.L. Whyte lo describió así: "Los ideales que buscan negar sus sombras, con el tiempo agotan su propio poder y en ese momento el equilibrio disociado se vuelve inestable y el componente oscuro toma control" Uno debe notar y nutrir la sensación más profunda que yace debajo de los sentimientos negativos. Allí está el recurso para la transformación.
El análisis cuidadoso y exacto de un problema e información precisa acerca de la dirección hacia el cambio pueden satisfacer la mente, pero no tienen el poder de transformar la estructura del hábito en tu cuerpo. El neurótico puede saber que es neurótico, pero este conocimiento por sí mismo es impotente para ayudarlo a cambiar. Gene Gendlin lo pone en una frase sencilla: ¡Saber no es el proceso de cambiar! La información en la mente nunca es un proceso en el cuerpo. La dirección hacia más cambio es siempre hacia y a través de cualquier sentimiento que te llama la atención. Si hay un "hábito" estructurado de evasión de proceso en tu cuerpo, sólo puede ser atendido volviendo una vez más al "hábito" de notar y nutrir los sentimientos importantes. Las ideas son distracciones inefectivas del arduo trabajo de desarrollar este hábito.
Existe todo un universo esperando justo después de nuestros mundos limitados del control. Trágicamente muchos nunca encuentran su camino hacia este plano de gracia y sorpresa. El asunto, en última instancia, es estar con tus sentimientos y sensaciones sentidas "¡sin tratar de cambiarlas!" Se requiere un tipo de fe que sólo puede crecer cuando dejas de tratar de forcejear con tus sentimientos y hacerlos que se rindan. La construcción de esta nueva relación contigo mismo (a) establece los fundamentos para entrar en el mundo del don (gracia) tal como es sentido y experimentado en tu cuerpo, no sólo pensado en tu mente. El hábito de notar y nutrir los sentimientos importantes te dispone al don de ver y experimentar de una manera diferente. Esto se convierte en la base de una nueva identidad que no está centrada exclusivamente en el control.
Algunas prácticas espirituales y de crecimiento pueden parecer que funcionan temporalmente, sencillamente porque nos distraen del dolor. Pero siempre debemos recordar que la religión y el trabajo de crecimiento nunca están exentos de la evasión de procesos. También pueden convertirse en formas adicionales de evasión en torno a los lugares protegidos por el hábito en nuestro interior. Sin embargo sigue siendo verdad el viejo dicho Bíblico: "Por sus frutos los conocerás". Si una practica me deja con los viejos sentimientos sin procesar y bien acomodados en su lugar, si no hay una sensación de movimiento de avance en los lugares atorados, entonces necesito volver a examinar lo que estoy haciendo y cuan efectivo es en mi vida. Fácilmente nos volvemos adictos a aquello que nos ayuda a evadir los procesos en torno al dolor.
Pasaje tomado del apéndice 2: Evasión de Proceso: Un bloqueo a la Vida Corporal del Espíritu" En BioSpirituality: Focusing as a Way to grow (Segunda Edición revisada, 1997) por Peter A. Campbell, Ph.D. y Edwin M. McMahon, Ph. D. Loyola Press, 3441 Nortrh Ashland Avenue, Chicago, Il 60657, Tel. 1-800-621-1008.
El Instituto y sus miembros no enseñan el hábito de notar y nutrir los sentimientos importantes como substituto para la psicoterapia profesional o atención psiquiátrica para aquellos que la necesitan, ni como substituto de entrenamiento y licencia en los campos de la salud antes mencionados.