En un momento, llevarás a este maestro de afectos recién descubierto, que tu cuerpo conoce de experiencias pasadas, a una relación con tus sentimientos difíciles. Los asuntos que estarás trabajando incluyen:
¿Puedo comenzar a crear una relación de cuidado con mi propio cuerpo mientras lucha con la carga de sentimientos de miedo, enojo, dolor o confusión?
¿Puedo estar con mi propio cuerpo cargando estos sentimientos como si estuviera con un niño abandonado, o como si estuviera con una mascota querida, mi osito o mi muñeca favorita cuando era niña? Simplemente deja que te guíe tu maestro de afectos.
Todo lo que está dentro de ti que evites o rechaces, todo lo que adormezcas o de lo que te distraigas, tiene una apertura que te permitirá hacer una conexión de cuidado - aún con tus sentimientos difíciles.
Estos sentimientos quieren ser escuchados también, porque tienen algo que decirte, o no los estarías sintiendo. Nada de esto cambiará dentro de ti, hasta que encuentres alguna manera de crear una conexión corporal cuidadosa, más abierta, con aquello que estés alejando – o por lo menos estés dispuesto a ofrecerle un “saludo de manos” cuerpo a cuerpo, por así decirlo.
Sin una liga, corporalmente sentida o alguna disponibilidad físicamente sentida, aquellos lugares dolorosos dentro de ti permanecerán para siempre perdidos gimiendo en la noche.
Sus historias permanecerán sin contarse. Su dolor permanente de no ser escuchados se levantará continuamente a la superficie de tu conciencia, como aceite goteando de un casco de barco oxidado en el fondo del mar y que se dirige lentamente hacia arriba buscando la luz, eventualmente ensuciando la superficie y todo lo que toca.
Toda la creación, toda la naturaleza lucha hacia tal unidad y conexiones que dan vida, que nuestras mentes nunca podrán totalmente asimilar. Y no son la excepción las historias sin contarse, que aún siguen desconectadas dentro de los sentimientos no escuchados.
Afortunadamente, la mayoría de nosotros tiene un maestro “interior” disponible, para ayudarnos a construir una nueva forma de relación con nosotros mismos, una relación que nos vuelve al sendero hacia la integración.
Lo que sigue son algunos ejercicios que te ayudarán a comenzar el proceso de desarrollar el hábito de darte cuenta y nutrir tus sentimientos importantes, para que puedan decirte la historia de ti mismo.